Una moda peligrosa

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El consumo de leche cruda

Hace unas décadas nuestros abuelos y padres tomaban de forma rutinaria leche cruda, pero hasta ellos sabían que era necesario hervir previamente esa leche. A pesar de que la pasteurización trajo consigo un gran avance salvando muchos niños de fiebres Malta. Lo natural, lo ecológico, está de moda. La leche cruda vuelve a estar en boca de todos.

Durante nuestra historia el hombre ha evolucionado de la mano de la dieta. Así, el tratamiento de los alimentos supuso un salto cualitativo para nuestra calidad de vida. De esta forma alimentos que no podían ser digeridos de forma natural, gracias a su cocción se volvían accesibles. Hablamos de alimentos tan cotidianos como el arroz o las patatas.

En los últimos tiempos tenemos una campaña “anti-química” contra lo “artificial” que llega a nuestros mercados y a nuestras casas. El desconocimiento o la falta de información básica científica hace que el miedo entre en nuestras casas o simplemente las nuevas modas. El beber leche cruda es una nueva moda, altamente peligrosa. Este tipo de leche no se somete a ningún proceso de esterilización por encima de los 40ºC. Adiós Pasteur, gusto en conocerte, pero no queremos tu pasteurización.

Escherichia coli, Salmonella o Yersinia son algunos de los patógenos que pueden estar conviviendo animadamente con esa leche cruda a punto de ser ingerida por el consumidor. Estos patógenos medran la calidad de la leche afectando a nuestra salud. Gastroenterintis, fiebre de Malta o brucelosis… Estas bacterias pueden llegar a ser mortales para aquellas personas inmunosuprimidas, bebés, niños, ancianos, embarazadas… ¡Oye perdona, mi vaca está sanísima! Genial, un problema menos, pero no es el único. Al salir de la ubre la leche queda expuesta a todo tipo de patógenos, el aire que le rodea, los recipientes en los que se dejan…

La venta de leche cruda por parte de los ganaderos directamente a los consumidores supone un gran riesgo, la desinformación. El consumidor debe ser consciente de los peligros que esa leche entraña, hervirla previamente al consumo y posteriormente enfriarla y consumirla en un plazo de 72h. En casa no tenemos las condiciones de seguridad que tratar la leche merece. ¿Diarreas inesperadas? ¿Vómitos? El peligro es real, los datos están ahí, el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC) muestran que el número de brotes de enfermedades relacionadas con el consumo de leche cruda va en ascenso desde el año 2007.

Hace unos meses a James Zenker padre de Williams, un pequeño de sólo dos años le daba leche cruda a su hijo por recomendación de un nutricionista. «La leche cruda le ayudará a combatir la alergia»- le aseguró. El resultado fue infección por E.Coli, y  su intestino y cerebro afectado. Ahora su padre reza para que mejore y todo quede en un mal susto. Tenemos leche accesible, la pasteurización NO reduce el valor nutricional de la leche y SÍ destruye bacterias que pueden ser perjudiciales para nosotros. Tu seguridad, tu salud, está en tus manos.

Bibliografía recomendada:

https://www.fda.gov/food/resourcesforyou/consumers/ucm210577.htm

https://wwwnc.cdc.gov/eid/article/21/1/14-0447_article